MAGNETISMO de Guy de Maupassant (II)

Hemos disfrutado esta semana de una muestra más de la maestría narrativa del gran cuentista Guy de Maupassant con la lectura de su relato Magnetismo.

La acción se sitúa en un club de reunión de hombres de la burguesía francesa. En la sobremesa de una copiosa cena, estos escépticos hombres de ciencia hablan, al calor del humo de los puros y de los efluvios alcohólicos, sobre los espectáculos de Donato y las experiencias del doctor Charcot (neurólogo pionero de la investigación de la esclerosis múltiple, estudioso de la locura y otras enfermedades mentales, asiduo usuario de la hipnosis, incomprendido en su tiempo), sobre sucesos misteriosos e inexplicables, sobre el "magnetismo", defendiendo posturas supersticiosas en nombre de la ciencia.

El vocabulario se centra, en varios párrafos del texto, en el campo semántico de la religión: "devotos", "eclesiásticas", "misterios", "piedad", "blasfemado", "monjes", "milagros".

Pero un hombre, un "negador empedernido", como dice Maupassant en un momento dado, un defensor acérrimo del racionalismo (y un don Juan, por otra parte), desde su superioridad, tacha a sus colegas de supersticiosos y pretende demostrar sus teorías por medio de dos ejemplos.

Aparecen, por tanto, dos historias nuevas dentro del mismo relato. La primera es la narración de una experiencia en un pueblo marinero llamado Entrenat. Allí, un niño se despertó gritando que su "papá se había ahogado". Tiempo después se comprobó que efectivamente había sido así. La madre y el pueblo, en general, aceptaron la casualidad como milagro. Nuestro protagonista se encarga de derribar esta visión demostrando que en un pueblo marinero, multitud de esposas e hijos sufren pesadillas en las que su ser querido perece, por lo que no es raro que en una ocasión se dé la coincidencia. La explicación parece satisfacer al auditorio.

La segunda historia es protagonizada por él mismo.Nos habla de una mujer que conocía pero que le era indiferente. Pero una noche su recuerdo se apodera de su vigilia y también de su sueño, descubriendo en ella virtudes ocultas hasta el momento y convirtiéndose en una obsesión. Al día siguiente decide ir a visitarla, sin ningún motivo. Una vez es recibido por la dama, cruzan sus mirada y él la toma, la posee, convirtiéndose en su amante durante dos años.

Nuestro protagonista, aunque lo intenta, no acierta a explicar las causas de esta misteriosa atracción, pues las cosas del amor escapan a la razón.


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