Reescribiendo clásicos. Primeros aportes

Aquí os traigo vuestras primeras microhistorias. Cuelgo cuatro microrrelatos en los que personajes clásicos como Tarzán, El Patito Feo, Pinocho y Lazarillo de Tormes ven un poco cambiadas sus historias.

A lo largo de esta semana iré colocando los trabajos de los demás compañeros y, al final de semana estará a vuestra disposición el formulario para que votéis por vuestros favoritos.

LA ODISEA DEL ESPACIO DE TARZÁN

Tarzán de los monos era una persona con un código ético ejemplar. Viviendo en una época en la que había un gran avance tecnológico, viniendo de donde venía, llegó a la realidad de una sociedad de tecnocracia donde había cohetes y viajes lunares y conoció a extrañas criaturas del espacio.
Fue un ideal de vida, quien inventó la búsqueda de la verdad. Se embarcó en el primer viaje a Marte, pensando que iba a ser rey como en su jungla, pero se encontró con otro ambiente que no estaba al alcance de sus percepciones.
Él creyó que podría adaptarse a ese ambiente pero no fue posible, ya que el mundo y las situaciones son cambiantes y hay factores externos que influyen en cada época.
Pero el espíritu de Tarzán siempre perdurará impenetrable. Pasarán siglos y siglos y su espíritu nunca cambiará.
Los marcianos que lo conocieron se fijaron en él y dedujeron que dentro de la condición humana hay unos valores que no son siempre los mismos, como poder, dinero, etc. En Tarzán vieron que eso no era lo más importante. Su adaptación al medio era siempre lo primero. Él era un líder y, como líder, sabía que tenía que poseer unas condiciones como valentía, compromiso y justicia, un ejemplo de vida.
EL PATO ORGULLOSO
Nacieron más de un pato y uno de ellos era tan guapo que no se podía juntar con los demás.
Pero este pato se fue creyendo que era él más guapo del mundo y fue echando de su lado a todos sus hermanitos por motivo de que se sentía superior a ellos.
Con el paso del tiempo se convirtió en un cisne feo y sin nada, ni nadie.
Y eso le pasó por ser tan orgulloso.
LEVIPÍN
Me contaba mi abuelo que en la zona de la Mariña Lucense había un señor anciano al que le aconteció algo tan maravilloso que su historia perdura, ya con carácter de leyenda.
Pues bien, ese señor era un carpintero viejecito llamado Josué que un buen día, con madera de pino, hizo una figura de la que se quedó prendado. Esa noche, tal era su admiración por el trabajo recién hecho, soñó con esa figura, que era idéntica a la imagen de un niño de verdad.
Esa misma noche, un hada buena le dio a Levipín (que así lo bautizó Josué) la capacidad de convertirse en un niño de verdad. Cuando Josué lo vio, se entusiasmó con él.
Levipín iba al colegio y el hada le envió un amigo y consejero, Tristán. En el camino de la escuela conoció a dos niños que se convirtieron en sus amigos. Éstos no eran buenos y le llevaron a hacer travesuras.
Josué lo echó en falta y se fue a mirar al mar, acompañado de Tristán. Iban en una barca y una ballena se los tragó. Luego, Levipín se dio cuenta del mal que hacía y el hada le llevó al mar, donde habló con la ballena, pero ésta se lo tragó.
Dentro de la ballena, junto a su “padre” y amigo, no encontraban la f
orma de salir. Se les ocurrió encender una hoguera que hizo estornudar a la ballena. Salieron sanos y salvos.
El hada lo convirtió en un niño de carne y hueso pero también lo castigó por sus malas compañías, poniéndole una nariz roja cada vez que hacía algo mal.
Todo se hizo perfecto y vivieron en armonía y felicidad.
… Mi abuelo me contaba historias así, ¿a que son bonitas?
EL LAZARILLO Y SU AMO YA RICOS
En mi relato os voy a contar las aventuras y desventuras de Lazarillo de Tormes, que sirve a un personaje bohemio muy bohemio, pero muy rico, por eso sus viajes siempre transcurrirán en medios de locomoción de muy alto coste. Por ejemplo, cuando el rico amo decide irse a pasar una noche loca con todos los amigos de su Lazarillo y lo pasan superbién porque, a pesar de la pequeña ceguera del amo, éste se defiende muy bien y sabe divertirse como un “enano”, sabiendo que su lazarillo esta bien en la compañía de todos sus amigos, a las tantas de la noche que deciden irse, se despiden de todos sus amigos que volverán a sus casas en unos coches preparados para ellos. Ellos también se van a retirar, pues al día siguiente les espera una jornada de mucho trabajo, ya que deberán coger el avión particular e ir por tierras africanas a repartir miles de alimentos a esa gente que no tienen de nada y si les da tiempo también lo harán en Asia que tiene zonas donde viven en condiciones infrahumanas. Ya muy de mañana, emprenden ese largo viaje, que les proporciona grandes satisfacciones. Deciden que sin tardar mucho deben volver y ya no sólo a traer comida, sino otra clase de materia, material suficiente para construir casas y escuelas donde los niños puedan recibir un mínimo de educación (en una zona tan necesitada de todo eso, y ellos lo saben por eso se van muy satisfechos de su colaboración que la ven superpositiva, prometiendo volver) y sin tardar mucho, se van para su casa muy satisfechos con la misión cumplida.

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